Sobre la oleada de golpes militares en África
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(Importante! Traducido con deepL. El original es francés.)
Los días 1 y 2 de septiembre de 2023 se celebró en Alemania una conferencia de la ICOR-África. En esta reunión, el grupo de coordinación continental discutió no sólo el control de los recursos naturales en África por los trusts vinculados a los diversos polos imperialistas, sino también la ola de golpes de Estado y los riesgos de guerra en la zona del Sahel, particularmente en Burkina Faso, Malí, Guinea Conakry, Níger y recientemente en Gabón.
La conferencia abordó también la espinosa cuestión de la destrucción del medio ambiente, que se ha convertido en un problema más para los pueblos de África. Una vez más, son la clase obrera, los trabajadores de las minas y los campesinos pobres quienes sufren sin duda esta destrucción medioambiental.
Después de debatir todas estas cuestiones, la Coordinadora Continental de la ICOR ha decidido dar a conocer sus posiciones sobre la situación política, económica y militar en África:
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La Coordinadora Continental de la ICOR-África, junto con las organizaciones democráticas y antiimperialistas de Europa, Asia y América Latina, condena enérgicamente el pérfido papel del imperialismo internacional, en particular del imperialismo francés, que, mediante acuerdos de sometimiento, sigue controlando los Estados del Sahel para explotar sus recursos naturales como el oro y el uranio, el petróleo, el manganeso, el cobre, el gas, etc.
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Esta situación de sobreexplotación sigue profundizando la crisis del neocolonialismo en África Occidental, especialmente en los países del Sahel, que tienen los índices de pobreza más altos del mundo. A pesar de todas las preciosas riquezas que poseen estos países, es evidente que el sistema de bandidaje instaurado por Francia desde los años 60 frena el desarrollo de los Estados sahelianos y es una fuente de superbeneficios para el imperialismo francés y el capital financiero internacional.
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Sobre este telón de fondo de crisis neocolonial se produjo la oleada de golpes de Estado que provocó -en algunos sectores de África y de otros lugares- "un sentimiento de alegría y euforia en las calles de Bamako, Uagadugú y Niamey". Todo lo contrario. Para los demócratas revolucionarios y los comunistas agrupados en la ICOR-África, esta oleada de golpes militares no puede considerarse un factor de liberación de los pueblos sahelianos. Por la sencilla razón de que los golpes de Estado en África siempre han mostrado sus límites y debilidades. Es notable que, hasta el día de hoy, los autores de estos golpes militares no hayan tomado ninguna decisión capaz de desafiar la base económica y sobre todo los intereses del capital financiero internacional, francés en particular.
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Por su propia naturaleza, los ejércitos neocoloniales son instrumentos de la clase dominante, vinculada a los distintos polos imperialistas y a las multinacionales que controlan actualmente los recursos naturales. Además, estos ejércitos neocoloniales han sido creados para reprimir el movimiento sindical y las luchas populares. No cabe duda de que no pueden liberar a los pueblos del Sahel y a su clase obrera de los males del imperialismo. En resumen, los ejércitos neocoloniales en África no son neutrales, como quieren hacernos creer los revisionistas. Representan a la capa superior de la pequeña burguesía y a la burguesía de empresarios y compradores aliados con el capital financiero internacional. La prueba es que bajo el falso argumento de restablecer el "orden constitucional" y la "democracia" en Níger, el imperialismo francés intenta crear un enfrentamiento militar entre, por un lado, las fuerzas de la OTAN que serán apoyadas por los ejércitos auxiliares de la CEDEAO y, por otro lado, el ejército RUSO establecido en Malí.
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Por eso, las organizaciones que forman la ICOR lanzan un vibrante llamamiento a los pueblos en lucha en África, en particular a la clase obrera y a los jóvenes, para que se distancien completamente de todas las ilusiones sobre estos golpes de Estado para que puedan dirigir una feroz resistencia contra todas las formas de neocolonialismo. Esta resistencia debe dirigirse no sólo contra los viejos bandidos imperialistas: Francia, Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos, sino también contra los nuevos polos imperialistas como Rusia, China, India y Turquía, que surfean constantemente sobre la retórica anticolonial y la miseria de los pueblos para imponer su hegemonía política y económica en el continente. Todo ello confirma la enconada rivalidad entre las potencias imperialistas. Es innegable que los pueblos de África en lucha ya no necesitan nuevos amos; ¡quieren firmemente luchar por liberarse para seguir siendo los autores y actores de su propia liberación!
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En estas condiciones, ya no cabe duda de que los pueblos oprimidos del Sahel necesitan la emergencia de organizaciones democráticas, antiimperialistas y comunistas que representen sus intereses de clase y puedan dirigirlos en esta lucha por la liberación nacional y social.
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La Coordinación Continental de la ICOR-África junto con las organizaciones democráticas y antiimperialistas de Europa, Asia y América Latina:
Denunciar los diversos acuerdos coloniales que encadenan, impiden el desarrollo de los países africanos;
¡Exigir el cierre inmediato de todas las bases militares de los ejércitos de los diferentes polos imperialistas en el continente africano!
Llamar a los pueblos en lucha en el Sahel y en África a continuar la lucha de liberación sin tregua contra los diversos polos imperialistas.